Día noveno. Dios y Señor mío: Postrado ante tu soberana majestad, te adoro y glorifico. Eres mi dios y Mi señor. Creo y amo la Fe Católica que profeso y espero e tu bondad la gracia necesaria para vivir según la fe y el fruto de la misma que es la Vida Eterna en tu compañía. Te doy gracias por tus infinitos beneficios. Reconozco mi ingratitud y mis pecados de los que me arrepiento. Propongo ayudado de tu gracia, nunca más pecar, confesarme y procurar servirte fielmente. Concedeme que con alma limpia, alabe a la Virgen Maria y alcance por su intercesión lo que pido en esta Novena i es para gloria tuya y bien de mi alma. Amen. Peticiones. -Adoremos, hermanos, al Señor, que nos ha manifestado su misericordia a trabes de la Virgen del Carmen que es nuestra abogada y defensora siempre, pero en especial a la hora de nuestra muerte. Virgen del Carmen, Madre de Gracia, ampáranos ahora y siempre. -María, a la cabecera del enfermo, acoges los dolores de la agonía para que el demonio no tenga par...