El pasado Pentecostés se llevó la corona de San José a limpiar. Tras una ligera limpieza del resplandor para la romería, ha estado durante varios meses en la joyería José Carlos y se ha llevado a cabo una restauración de la misma, luciéndola, nuestro Patriarca, recién restaurada, el día de su fiesta. La restauración ha constado en la retirada de los barnices que tenía aplicada la pieza para evitar su ensuciamiento y que se habían vuelto marrones por el paso de los años, la retirada de estaño de anteriores soldaduras, recomposición de trozos del resplandor perdidos por el estaño anteriormente citado y soldado de alguna grieta con plata de ley. Posteriormente, una vez limpia, se ha procedido al plateado de la pieza recibiendo un nuevo lacado para evitar que se ensucie y su limpieza con productos agresivos, necesitando sólo una limpieza con un paño seco. Como curiosidad comentar que la corona tiene la siguiente inscripción en su interior: “La regaló Doña Mar